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Iniciativa Comunicarte Perú

UNA PUBLICACIÓN PARA CAMBIAR Y SER MEJORES

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Relatos en pandemia no es un relato de ciencia, pero sí de conocimiento; contiene la información epidemiológica y sanitaria justa y necesaria para situarnos en el contexto de lo ocurrido entre el 2020 y el 2022 en torno a la pandemia de la COVID-19. El conocimiento que se pone a disposición de los lectores, es de esa dimensión humana afectiva-espiritual, que, junto con la dimensión biológica y social, también fue profundamente afectada en personas, familias y comunidades. Hay que leerlo desde la razón y con el corazón, apelando a la memoria personal y colectiva de lo vivido en los años mencionados.

Como pocas veces sucediera en el pasado (no al menos desde 1346-1353 con la peste negra o desde 1918–1922, con la gripe española), en todo el mundo y en nuestro país, los cuidadores, enfermos y familiares debieron transitar por situaciones similares; los primeros pasaron de su rol de cuidadores al rol de pacientes, al exponerse a enfermar y morir por cumplir con su deber; las familias experimentaron situaciones similares de preocupación en grado extremo. Y si algo en común abundó en todos por igual durante la pandemia fue el dolor, el miedo y el sufrimiento; al lado de ello, el heroísmo, la abnegación y la entrega para cuidar, proteger y salvar al prójimo a costa de la propia salud y de la propia vida.

Todos hemos llorado pérdidas. Muchos sufrimos el golpe de enfermar y la incertidumbre de no saber si sobreviviríamos. Un hecho común en los diversos relatos testimoniales aquí recopilados es la constante incertidumbre a la que fuimos sometidos: ¿Me contagiaré? ¿Me enfermaré? ¿Me agravaré? ¿Lograré recuperarme? ¿Despertaré? ¿Mi familiar regresará con nosotros? ¿Volveré a ser el de siempre? ¿Conseguiremos cómo ayudarlo?

Si nos empeñáramos en recopilarlo, tendríamos un extenso catálogo de dudas y preguntas que carcomieron nuestra mente y espíritu durante semanas o meses, a veces en “oleadas” sucesivas en tanto se afectaban familiares, amigos, conocidos… o nosotros mismos. Esto se exacerba por otro componente común a todos: la soledad del distanciamiento, aislamiento extremo en un hospital (sobre todo en las UCIs) y la lejanía de la familia nuclear o cercana, de los amigos, vecinos, compañeros de trabajo…

El arte de la salud y de la medicina estaba definido por los griegos como el abordaje de los principios hipocráticos de “primero no hacer daño, nunca inquietar, a veces curar y siempre consolar”.1 La pandemia de la COVID-19 puso en práctica estos principios de manera muy intensa, en particular el último de ellos. El consuelo era en cientos de miles de casos, lo que finalmente nos quedaba a todos.

Para muchos, la negra noche de la inconciencia, de estar atados a una cama UCI y a una misericordiosa bruma impregnada de sufrimiento, es algo que no quisiéramos recordar y si fuera posible olvidar para siempre.

Es una tentación sumergirnos en la anestesia de una amnesia selectiva sobre lo vivido en la pandemia de la COVID-19. No debemos hacerlo. No es que deseemos generar malestar a alguien. Recordar las vivencias durante la pandemia permite que las duras experiencias vividas no hayan sido en vano y nos lleven a ser: mejores personas, familias y comunidades, ser sociedades con hábitos y comportamientos saludables; mejores cuidadores y decisores de la salud, para transformarla y convertirla en una posibilidad para todos por igual, con equidad, justicia y solidaridad.

Habrá dolor y sufrimiento al recordar; pero el dolor y el sufrimiento, forjan el carácter, purifica el espíritu y nos hace más fuertes y decididos. “Del sufrimiento han emergido las almas más fuertes. Los caracteres más fuertes se forjan a base de cicatrices”.2

“Relatos en pandemia” es un canto de esperanza: el de cambiar para ser mejores. También es a la vez expiación y catarsis; es revivir y reavivar heridas del espíritu, para permitir que las mismas sanen total y definitivamente.

En las palabras, testimonios y relatos de quienes transitaron de la angustia del futuro incierto, a la alegría de recuperación o al dolor de la pérdida, todos nos podemos identificar; enfermos, familiares, amigos, cuidadores, decisores…

Finalmente, pero sin restarle importancia, queremos que “Relatos en pandemia”, sirva para honrar la memoria de mujeres y hombres de bien que lo dieron todo cuidando familiares, amigos o desconocidos. La raíz de su actuar yacía en el afecto, en el amor, en la ética del deber filial y profesional. Como en otro momento de la historia humana “nunca tantos, debieron tanto a tan pocos”.3 A todos ellos, nuestro silencioso y reverente homenaje, con gratitud, recogimiento y admiración. No los olvidaremos.

1 Hipócrates, médico griego nacido en la isla de Cos, Grecia, el año 460 AC. Adolphe Gubler, Claude Bernard. Célebres clínicos del siglo XIX. Francia.

2 Gibran Jalil Gibran. Poeta libanés. 1983 – 1931.

3 Winston Churchill. 1940. II Guerra Mundial. La Batalla de Inglaterra.

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