LOS JOVENES EN PANDEMIA ENTRE MIEDOS E INCERTIDUMBRE
PANDEMIA: enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región (RAE). Es con este concepto que no solamente el país, sino que el mundo entero, permanecerían inmovilizados por un extenso periodo de tiempo, rodeado de incertidumbre, preocupación y desesperación.
Ale nos cuenta:
“Personalmente, esta pandemia significó un golpe muy duro para mí ya que me encontraba en el extranjero cuando el presidente de aquel entonces, Martín Vizcarra, anunció que cerraría las fronteras del país. Esta noticia me agarró desprevenida ya que tuve que organizar los trámites necesarios lo más pronto posible para poder retornar, pero lo más triste de toda esta situación es no haber podido despedirme correctamente de mi familia, mi madrina y mi primo, a quienes aprecio mucho.
Debo admitir que fue una sensación agridulce: partí con el corazón hecho trizas, pero al mismo tiempo, al llegar a mi país, sentí alivio al ver a mi papá esperándome entre la muchedumbre del aeropuerto. Al arribar a casa la primera persona a quien abracé fue a mi hermana, la persona que más extrañé, aquella con quien siempre bromeo, me río y está dispuesta a seguirme en cualquiera de mis locuras.
Pasaron los días y por más que intentaba mirar hacia adelante, me resultaba muy duro enfrentar la actual situación. Lloraba por momentos y me costaba conciliar el sueño.
El hecho de recibir mis entrenamientos de ballet a través de plataformas como el Zoom y/o Google Meet, dados los protocolos de seguridad y la emergencia sanitaria que fue declarada en el país, las alumnas no podíamos asistir presencialmente al aula de clases.
Esta experiencia fue difícil, tanto para el alumnado de la escuela como para los docentes, ya que a través de las plataformas era casi imposible percibir a cada uno de los alumnos y orientarlos, lo cual resultó muy frustrante para la comunidad de la Escuela dado que los alumnos no ejercíamos correctamente las variaciones y/o las indicaciones requeridas por falta de las herramientas adecuadas.
Lamentablemente, una parte del alumnado decidió dar un paso al costado y retirarse, ya que sentían —según sus propios testimonios— que no estaban sacando provecho a las lecciones que se les venían impartiendo.
Particularmente, decidí permanecer estable y disciplinada en cuanto a mis entrenamientos, ya que bailar es aquello que más me gusta realizar, y considero que es lo que mejor donde me desenvuelvo, asumiendo que la belleza y la elegancia de bailar, es la capacidad que posee el artista para poder expresar cada uno de sus sentimientos, emociones, experiencias y vivencias a través de los movimientos, tanto corporales como faciales.
A modo de conclusión, debo agregar que una vez que se levantó el Estado de emergencia y tuvimos la posibilidad de retornar a las aulas, considero que, tanto para mí como para el resto de mis compañeras y compañeros, se irradiaba una sensación de euforia, alegría, emoción y nostalgia al mismo tiempo, después de haber estado sometidos a permanecer alejados.
Fue un momento inolvidable reencontrarme con el elenco de danza urbana a quienes no veía en dos años debido a la pandemia.
Son estos momentos los que verdaderamente te hacen reflexionar y ver la vida en el presente, no pensar en el futuro ni en el pasado, porque sí hay algo que esta pandemia nos ha enseñado a la gran mayoría de ciudadanos del mundo: un día podemos estar, pero al siguiente, nadie lo sabe”.