Juan Carlos Celis
Médico cirujano con especialidad en infectología que trabaja en el Hospital de Loreto, considera que se realizaron medidas de prevención contra la COVID-19 algunas equivocadas y otras acertadas. Juan Carlos Celis, al igual que otros médicos, reflexionó que entraron a un sistema de medicina de guerra: esto se ve reflejado en las medidas de uso de medicamentos, toma de pruebas, sugerencia de tratamientos, entre otros. Celis afirma que también hubo un problema en cuanto a la comunicación, que era crucial para el buen trabajo de los médicos. Muy aparte de las pandemias, la información sobre el sector de la salud es importante, de esta manera, se podrá realizar un cambio cultural en la población. Las epidemias desnudan al sector salud, pero existen enfermedades en el país que lo hacen a diario y deben ser atendidas.
Cesar Marchán
Médico del Centro de Salud de San Antonio de Iquitos, quien, a pesar de no contar con toda la información necesaria, no paraba de ayudar a la población. Marchán opina que las autoridades no se mostraron o, mejor dicho, desaparecieron durante las etapas más duras de la pandemia. Además, que deberían mejorar, porque el servicio de salud, como primera línea, debe fortalecerse, porque ellos son los que se acercaron más a los contagios. Para el doctor, el tema de la vacunación tendrá que ser parte de una rutina anual contra el nuevo virus, porque todos los virus mutan y formarán parte de nuestra vida diaria como muchos otros.
Piero Torres
Periodista que trabaja en una radio y televisión local en Iquitos y que también emite sus programas a través de las redes sociales. Durante los meses más críticos de la pandemia ayudó a familias de bajos recursos económicos, llevando alimentos y víveres a diversos asentamientos humanos. Torres explica el importante rol que tienen los medios de comunicación con los ciudadanos al informar con veracidad y analiza la forma en la que los periodistas deben investigar con rigurosidad, contrastando las fuentes y con objetividad. Finalmente, destaca el caso de Juan Pablo Vaquero, paciente que fue dado por muerto y que le valió de muchas críticas por parte de la audiencia, pues no creían que este hecho fuese verídico.
Purificación Chota
Es una ama de casa y vendedora quien, durante la pandemia supuestamente, perdió a su hermano en el hospital tras hacer todo lo posible para salvarlo; sin embargo, tres días después de su muerte, reapareció en la puerta de su casa, con un semblante terrible y con una apariencia de “zombie”.
Silvia Barbarán
Directora de un hogar de niños huérfanos que viven con VIH, quien considera que proteger a los niños del virus y sobrevivir al confinamiento fueron los retos más grandes de esta pandemia. Silvia Barbarán, es activista por la lucha contra el VIH, mantiene un hogar de niños y adultos afectados por la inmunodeficiencia. A pesar de sus esfuerzos por contener el virus fuera de su hogar, 18 de los 25 integrantes se enfermaron. La situación era crítica debido a que el sistema de salud estaba colapsado, ir a los hospitales era muy riesgoso. Barbarán hizo un gran esfuerzo por mantener la cadena de medicamentos para VIH funcionando. Comenta que lo más importante es trabajar en la educación en los jóvenes para generar cultura de prevención y cuidado.
Ligia Alvarado
Estudiante universitaria de Derecho y voluntaria del Hospital Regional que comparte sus experiencias durante la pandemia por la COVID-19 en la ciudad de Iquitos. Entre sus anécdotas recuerda a un compañero de la universidad, quien brindó una exposición en su curso y a los cinco días falleció infectado por el virus; dos compañeros suyos también murieron, y acepta que el final de su carrera será completado a través de canales digitales. En su experiencia como voluntaria, junto a otros compañeros, resalta lo rápido y constante que sucedían las muertes y la forma en que los familiares de los enfermos se exponían voluntariamente al virus para poder cuidarlos.
Ninoska Moreno
Empresaria venezolana, que radica en el Perú hace seis años, y propietaria de un lodge en Iquitos. Considera que el sector Turismo fue uno de los más golpeados desde la declaración de la emergencia por la COVID-19. Moreno narra la forma en que el confinamiento, el cierre de fronteras y la inamovilidad impactaron fuertemente en su negocio; pero también en la vida de muchos migrantes venezolanos. Cuenta que ella y otros ciudadanos formaron una cadena de ayuda para familias en situación vulnerable que no tenían recursos ni alimentos a consecuencia de la pandemia y también comparte la percepción de sus compatriotas al sentir discriminación a causa de su nacionalidad al buscar atención en salud.
Mary Celis
Empresaria, dueña de un negocio de hotelería. Durante la pandemia, contrae una variante brasileña del Coronavirus, que la tuvo hospitalizada por 24 días y luego paralizada en terapia de recuperación. Su hermano, el Doctor Juan Carlos Celis, la atendió y frente a la reducción de diferentes signos vitales, se tomó la decisión de intubarla. Antes de ingresar, temiendo lo peor, Celis le encarga el bienestar de su hija a su hermano y cuñada. Entre sus vagos recuerdos de los días en la Unidad de Cuidados Intensivos recuerda a su hermano, el Doctor Celis, y a su difunto padre junto a su cama.
Miguel Fuertes
Sacerdote agustino español, quien fue administrador diocesano del vicariato apostólico de Iquitos, esclarece el panorama de la situación de Iquitos a la llegada de la COVID-19 y los obstáculos que se enfrentaron frente a la carencia de recursos e infraestructura hospitalaria. Ante la crisis, la iglesia se propuso recaudar dinero para una planta de oxígeno; dicha colecta finalmente recaudó más de lo contemplado y se obtuvieron cuatro plantas. Asimismo, el sacerdote detecta dos actitudes en la población en la pandemia: una que busca acercarse a Dios y otra que se aleja de Dios, al no poder explicar la lógica detrás de la tragedia. Concluye afirmando que la situación ha dejado el éxito de la cooperación como una lección; de igual manera, invita a una ciudadanía más participativa.
Raymond Portelli
Sacerdote maltés, residente en Iquitos desde 1995. Para él la iglesia tuvo un rol de apoyo activo debido a que el sistema de salud estuvo colapsado, vio importante atender la crisis del oxígeno a través de las redes sociales y realizó una colecta que en solo 24 horas recaudó 1 millón de soles. Portelli considera que el factor que desencadenó la crisis extrema en Iquitos fue el estilo de vida comunitario y cercano que lleva la gente, además de la automedicación. Finaliza reflexionando sobre el impacto social que tiene la Iglesia en la población.
Enrique Sicchar
Médico de emergencia del Hospital Regional de Loreto, quien resalta la importancia de la difusión de información y buen uso de la comunicación. Sicchar, junto con otros servidores de la salud, sugirieron el cierre de los mercados para que las personas que trabajan y viven del campo puedan vivir de sus productos en el tiempo de la cuarentena; y agradece haber recibido donaciones de externos que ayudaron a que el hospital pueda sobrevivir a las duras “olas” de la pandemia. La solidaridad para él es importante, ya que de esta manera una sociedad puede vivir mejor.
Percy Minaya
Médico epidemiólogo y exdirector regional de Loreto. Narra acerca del primer caso positivo al Coronavirus en Iquitos, un trabajador del sector turismo, y la forma en que se desarrollaron los protocolos de atención y seguimiento al paciente; y a las personas cercanas que podrían estar infectadas. También explica las dificultades que se presentaron en los hospitales cuando los casos positivos por el virus aumentaron. Minaya comenta que muchos profesionales de la salud dejaron de atender pacientes en los hospitales, donde tenían turnos, para atender en clínicas particulares.
Emilio Agnini
Director de la radio La Voz de la Selva y director general del Instituto de Promoción Social Amazónica (IPSA). Comenta que el periodismo ha sido fundamental para informar y dar claridad sobre la situación de la pandemia y que fue fácil, ya que tenían que lidiar no solo con información que no era real y desentrañarla, sino también con informes que contenían sesgos políticos. Cuestiona el afán excesivo de las autoridades de decir que todo estaba controlado y, junto con eso, aparecían nuevas normas y medidas que jugaban a tantear si funcionaban o no. La Voz de la Selva aportó su granito de arena con su visión humanitaria: entregando información veraz, pese a los obstáculos, y ayudando a difundir las denuncias de la población.
Amparo Ushiñahua
Obstetra asistencial con especialidad en emergencias obstétricas y unidades críticas. Aún se conmueve al contar su experiencia, ya que vio morir a varias personas en circunstancias inimaginables: en la puerta de emergencias, en el piso de pasillos donde dormían sobre sus colchones y cartones por falta de espacio. Ushiñahua ejecutó turnos por diversos servicios y pisos a fin de atender a la población en general, relata la forma en la que trabajaban en circunstancias desesperantes: no comía en 12 horas de turno por miedo al contagio. Finalmente se reafirma en que la población debe confiar en su personal de salud y pide a las autoridades que implementen los establecimientos de salud con mejores insumos y equipos.
José Luis Suarez
Brigadista hospitalario del Hospital Regional de Iquitos. En su narración afloran recuerdos muy fuertes, cuenta que vivía dentro del hospital y que se convirtió en su casa. Comparte que había decidido dejar su puesto, porque era tanta la presión e impotencia que ya no quería continuar escuchando a las personas pedir ayuda y luego verlas morir. Suárez fue uno de los responsables directos de dar primeros auxilios, asistir y orientar a cada nuevo usuario que llegaba al nosocomio. Finaliza comentando que con sus compañeros pedían ayuda a los directores para que les proporcionaran alcohol y mascarillas, pero hasta ellos tenían miedo de acercarse al hospital. Suárez fue de los últimos que quedaron en pie de los antiguos camilleros.
Percy Rojas
Médico en la Dirección Regional Salud de Loreto. Recuerda que, frente a una pandemia tan devastadora, el cuerpo médico la afrontó en condiciones subóptimas y se convirtieron en uno de los colectivos más vulnerables. También reflexiona sobre el dilema ético de decidir quién vive y quién no. Invita a recapacitar sobre el trabajo perseverante durante larguísimas jornadas del personal médico y su fatiga mental: cada noche se iban a casa, intuyendo que el día siguiente sería aún peor. Comenta que la pandemia develó la situación del sistema de salud y que Loreto fue el reflejo perfecto para hacer notar que ningún sistema estuvo preparado para lidiar con el virus.
José Carlos Rengifo
Jefe de emergencia y cuidados críticos del Hospital Regional de Loreto. Cuenta lo dramático que fue la situación cuando los casos aumentaron, llegando a multiplicarse exponencialmente. Rengifo acerca de lo difícil que era decidir quiénes vivían y quiénes no, al determinar el acceso a un balón de oxígeno. En su relato, reconoce que nadie estuvo preparado para atender a la cantidad de pacientes que llegaba y sostiene que con el plan de contingencia que se había preparado se pensaba que sería posible controlarlo todo, pero con la “primera ola” no pudieron superar la demanda de atención. Reconoce que se pedía apoyo a Lima, pero aún no descifra por qué esta nunca llegó: si era porque Iquitos se encontraba en una zona alejada o por problemas logísticos.
Joana Palomino
Tecnóloga médica en terapia física y rehabilitación del Hospital Regional de Loreto. Confiesa que el personal médico no sabía qué hacer en un inicio y prevalecía el temor a ser contagiados. Pasaba las 24 horas del día en el hospital atendiendo pacientes: a todos los que se encontraban en emergencia, incluso los que estaban en el pasillo. Narra que el principal problema era que no se contaban con suficientes ventiladores, por eso, se les aconsejaba a los pacientes sobre cómo respirar para evitar que lleguen a la Unidad de Cuidados Intensivos. Finalmente, reflexiona acerca del enorme esfuerzo que requería su trabajo de rehabilitación, ya que era una gran responsabilidad ayudar a que los pacientes sintieran nuevamente la movilidad en sus extremidades.
Ernesto Lavado
Reportero y bombero voluntario con el grado de teniente. Narra la situación crítica que atravesaron los bomberos en sus respectivas compañías. Cuenta que la idea era no contagiarse más entre bomberos; sin embargo, muchos de sus colegas y amigos fallecieron en servicio. Su relato vivo refleja la cruda realidad de la carencia de medicamentos y camas en los hospitales, llegando a adaptarse un restaurante en un centro de atención cerca al aeropuerto. Finalmente, manifiesta su incomodidad de que la región Iquitos no recibió ayuda rápida desde Lima y sus entidades centrales.
Luis Enrique del Águila
Jefe de comunicaciones del Hospital Regional de Loreto. Comenta que cuando se anunció que la pandemia llegaba al Perú, decidieron abordarla con un plan de contingencia; sin embargo, en una semana de atención de los primeros casos, el hospital se desbordó en pacientes. Sus funciones dieron un giro radical: llevaba el control, seguimiento y conteo de los fallecidos, hospitalizados, dadas de alta e infectados. Cuando el personal médico empieza a enfermarse y morir, le tocó desenvolverse como camillero, así como verificar los recursos que faltaban en todas las zonas del hospital. Finaliza con el recuerdo de la gran solidaridad de las personas en plena pandemia.
Alberto Chirif
Antropólogo, desde 1970 investiga y registra data sobre las comunidades indígenas y rurales del país. Cree que el sector salud hizo lo que pudo, que hubo una participación activa, pero también expresa claramente que los equipos de oxígeno estuvieron malogrados. Cuenta que en aquella época el gobernador desapareció y no se le volvió a ver la cara durante mucho tiempo y el alcalde fue absolutamente inoperante. Cuestiona a quienes empezaron a vender el oxígeno a precios exorbitantes, a quienes se apoderaron de los medicamentos que llegaban desde Lima para luego ser revendido y sostiene enfáticamente que esta situación debió haber sido drásticamente sancionada. Aborda fría y objetivamente el tema de los cementerios clandestinos y la corrupción de ciertas autoridades con los deudos.